No, no es un sueño. Lo que consiguió este domingo el Zamora CF podría parecer de ficción, pero es tan real como la vida misma. Cuando se creía que este equipo no podía más, que con su larga lista de bajas acumuladas ya bastante había conseguido, todavía le quedaba por dar el golpe final, y lo hizo a lo grande.
Los de Movilla llegaban al Reino de León dispuestos a poner toda la carne en el asador, pero el 2 – 0 con el que la Cultural Leonesa se adelantaba en el marcador tras los goles de Julián Luque y Eric Montes hacía presagiar que ya poco se podía hacer. Pero una vez más, los rojiblancos hicieron gala de ese coraje con el que vienen luchando durante toda la temporada para dejar claro que todavía tenían carrete para rato, y vaya que si lo demostraron.
Primero llegó el gol de Coscia en el 53, luego el empate a dos con el tanto de Escudero en el 61, y cuando el partido estaba a punto finalizar llegó el tercero de Piña en el 90. Ver para creer. Porque esta hazaña de leyenda ya ha quedado escrita en la historia de un club que en menos de un año no sólo ha ascendido de Tercera a Segunda B, sino que se metió en la Primera Rfef antes que ninguno de su grupo y, por si le faltaba algo, se ha hecho con un merecidísimo puesto para jugarse el play off de ascenso a Segunda A, siendo así uno de los 16 que lucharán por conseguirlo.
No hay palabras para expresar lo que este equipo ha logrado ya independientemente de lo que haga en Extremadura. Y las lágrimas de orgullo así como la emoción de Movilla, de los jugadores, del cuerpo técnico, de la directiva, de la afición y de todos los que este domingo fueron testigos de la gesta del Zamora, así lo demuestran. La ilusión que estos chicos han devuelto a su ciudad bien es digna de un monumento porque, sin duda alguna, lo que han conseguido forma parte ya de la leyenda del deporte zamorano. Y lo mejor es que esto todavía no ha acabado…