El Zamora CF regresaba a un escenario que ya forma parte de la historia del club: la Nueva Balastera, donde hace poco más de un año los rojiblancos conseguían el ascenso a Segunda B. Muchas cosas han pasado desde entonces, y ahora el equipo volvía a pisar el campo que tantas alegrías le dio para enfrentarse al Palencia Cristo Atlético, en el que ha sido su cuarto encuentro amistoso de la pretemporada.

Magunagoitia, Parra, Xisco Campos, Íñigo Piña, Coscia, Carlos Ramos, Jon Rojo, Javi Navas, Luque, Astray y Marcos Baselga formaban el once inicial, que a los tres minutos de pitar el colegiado el inicio del partido, veía como el rival encajaba el primer gol de la mano de Álvaro Gómez. Pero los de Movilla reaccionaban rápidamente cuando tan sólo unos minutos después empataban el encuentro gracias a Baselga.

Pero veinte minutos después, el Palencia Cristo Atlético volvía a adelantarse en el marcador después de que un penalti cometido por Parra provocara que Álvaro Gómez encajara el segundo tanto, al no poder evitar Magunagoitia que el gol se colara directamente en el fondo de la red.

En el 30 llegaba una pausa para la hidratación. El resuello vino bien al Zamora que cogió impulso y tuvo varias ocasiones de conseguir el empate, pero finalmente llegaba al descanso con el 2 – 1 en el marcador.

Sin cambios comenzaba la segunda parte en el banquillo rojiblanco. Ambos equipos salieron a poner toda la carne en el asador, y buscaban su oportunidad una y otra vez sin éxito. Finalmente era el Palencia el que encajaba el tercero de la mano de Edu Gallardo en el 60.

A partir de ahí, los continuos cambios por parte de ambos equipos fueron la constante, por lo que el partido fue perdiendo ritmo. A pesar de la frescura que ello supuso en la plantilla, ya poco se pudo hacer y finalmente el árbitro pitaba el término del encuentro con un 3 – 1 que señalaba la derrota del Zamora en su penúltimo test antes de que arranque oficialmente la competición el último fin de semana de agosto. Mientras tanto, al equipo aun le queda medirse al Burgos Promesas fuera de casa en su quinto amistoso para la puesta a punto.

Tras el encuentro, el míster valoraba lo sucedido en el campo: “El resultado refleja la superioridad del Cristo Atlético. Una vez más hemos estado con gran fragilidad defensiva, imprecisos, tremendamente erráticos con el balón en los pies, y ni hemos atacado bien, ni hemos defendido como el partido requería, por lo que no cabe duda que a nueve o diez días del inicio de liga estamos todavía muy lejos del nivel de la categoría y del rival con el cual vamos a empezar compitiendo nos exige”.

Sobre la evolución de la conjunción del equipo, Movilla señalaba: “Como suele pasar, no está siendo lineal. En algunas cosas vamos progresando, en otras nos está costando más. Estamos lejos del equipo que podemos llegar a ser, pero no perdemos la visión de lo que tenemos que hacer para llegar a ello”. Y añadía: “Un equipo no se hace en dos días. El rendimiento que adquirió el Zamora la temporada pasada, fue fruto del trabajo de años. Evidentemente sé que no hay años, ni siquiera tenemos meses, tenemos diez días para empezar a competir, pero estoy convencido de lo que este equipo puede llegar a ser”.

El entrenador del Zamora, consciente de lo que la afición pueda pensar tras esta derrota, declara: “Es la cuarta temporada con el equipo, y más que mandar mensajes a los seguidores, tenemos que hablar en el campo. A partir de ahí, llevo ya tiempo diciendo que un equipo de alto rendimiento tarda en crearse, lo cual no quita para ser consciente de que la competición no nos va a esperar. Si bien soy consciente de que vamos a tardar meses en llegar a nuestro mejor nivel, también estoy convencido de que vamos a estar mucho mejor preparados que hoy el domingo que viene o cuando nos pongan el horario de partido”.