Orgullosos. Se puede decir más alto pero no más claro, y es que el Zamora CF dio su mejor versión este domingo en los Anexos del José Zorrilla ante el Valladolid B, aunque este saliera como ganador del encuentro con un 2-1 en el marcador.

Desde que pisaron el terreno de juego, los de Movilla demostraron que iban a por todas dispuestos a sumar los tres puntos. No en vano a los tres minutos de arrancar el partido, los rojiblancos se adelantaron en el marcador: Piña remataba de cabeza a la salida de un córner encajando el esférico en la portería blanquivioleta.

Respondía muy bien el filial del Real Valladolid a ese mazazo, ya que durante los siguientes minutos se crecieron en su casa y tuvieron ocasiones claras de igualar el encuentro. Pero no lo consiguieron, porque el Zamora se sobrepuso a sus golpes y tuvo más de una ocasión de hacerse con el 0 – 2, que no llegó a materializarse en la portería rival.

Se acercaba el descanso con el marcador a favor de los nuestros, pero Fran Álvarez encajaba el primer gol bajo los palos de Villanueva en una acción más que polémica cuando el árbitro, López Vila, no pitaba una más que posible mano del jugador que indignaba al banquillo zamorano.

Pese a ello, los de Movilla volvían al verde tras el descanso dispuestos a demostrar que la victoria todavía era posible. No cejaron en su empeño los nuestros mostrándose enormes, conectados, increíbles, dejando claro que estaban dispuestos a ir a por más.

Y lo intentaron con ahínco. El conjunto zamorano buscaba su oportunidad una y otra vez, lejos de dar el empate por válido ponía toda la carne en el asador dispuesto a encajar el segundo gol, pero pese a que lo intentaban, el esférico seguía sin entrar en la portería rival.

Iniciaba entonces Movilla los primeros cambios: entraba Ángel Romero por Sergio García, después Dani Hache por Álex Menéndez y posteriormente Coscia por Guille Perero. De hecho, en el minuto 87, el colegiado no pitaba penalti sobre el jugador argentino, pero lo señalaba a favor del Valladolid Promesas por el supuesto toque de Vallejo a Vitor en el 91.

Una traca final que Jon Villanueva lograba detener, pero que Vitor remataba en gol al rechace. No obstante, el árbitro pitaba el final del partido con un 2 -1 en el marcador que dejaba un amargo sabor de boca en los de Movilla. Eso sí, con la sensación de haber hecho un trabajo espectacular tras defender con honor sus colores y su escudo.