El Zamora Club de Fútbol empataba a una diana este fin de semana en casa del filial del Real Oviedo. Un empate que dejó un sabor de boca amargo en la expedición rojiblanca, que vio cómo el oponente sellaba el empate a falta de cuatro minutos para el final del encuentro.

Fue una primera parte igualada, en la que el Zamora fue ligeramente superior. El buen trabajo defensivo minimizó el potencial arriba del oponente y permitió que el Oviedo Vetusta no fuera capaz de realizar ningún disparo entre los tres palos. Mientras, en ataque, la escuadra de David Movilla tuvo dos acciones de peligro. La primera de ellas terminó en gol. Corría el minuto 15 cuando un disparo desde la frontal del área se colaba junto a la cepa del poste del arquero local.

Diez minutos después, Baldrich remataba en boca de gol, pero su remate lo detenía el meta. El delantero del Zamora pidió penalti por agarrón en esa acción, pero el colegiado pontevedrés decidió no cobrar la falta dentro del área.

Con ese 0-1 y con la sensación de no estar pasando apuros se retiraba el Zamora a los vestuarios. La salida de vestuarios dejó un inicio de segundo acto con más ritmo, con más llegadas por parte de ambos conjuntos, aunque sin que ninguno dispusiera de acciones claras. Pero a partir de la hora de partido, el Oviedo Vetusta empezó a imponerse en la posesión y obligó al Zamora a juntar líneas para evitar conceder espacios.

Pese al dominio local, el Zamora no sufría en exceso en defensa, evitando una y otra vez cualquier disparo a puerta del Vetusta. Pero a falta de cuatro minutos para el final, una falta lateral acabó con el primer tiro entre los tres palos del Oviedo Vetusta, que se convirtió en gol con un testarazo ajustado al palo.

Pudo ganar el Zamora en el tiempo añadido, pero el arquero local blocó un disparo seco, raso de Dani Hernández. Al final, un reparto de puntos que deja al Zamora en tercera posición, a cinco puntos del liderato y con catorce puntos de margen con respecto al primer equipo que no jugaría play off de ascenso a Primera RFEF.