El Zamora supo sufrir y pelear en el Vero Boquete. Empate frente a un fuerte Compos en un partido marcado por las dos polémicas expulsiones en el bando rojiblanco y por la lesión de Julio Iricibar.

El encuentro comenzó tal y como se esperaba. Un duelo de gigantes y un partido especial, en el que Yago Iglesias volvía a la que fue su casa durante cinco años. Dos equipos en una dinámica positiva que salieron con todo, dispuestos a llevarse tres puntos importantísimos. El Zamora comenzó arrasando, lanzado y dominado el juego, algo que se materializaba a los tres minutos cuando un tiro de Manu Viana se estrellaba en el larguero. Replicaba el Compostela a los pocos minutos, con una buena falta de Damián que sacaba Iricibar con una gran intervención.

El Zamora seguía adueñándose del verde, circulando bien y llegando a la portería rival. Pero pasada la media hora de juego, Theo Chendri veía la segunda amarilla y era expulsado, los rojiblancos se quedaban con diez una vez más.  Los gallegos aprovechaban para apretar pero Riki no conseguía aprovechar el mano a mano frente al portero. Sería en ese momento cuando llegaría el segundo gran bache para los de Yago Iglesias, la lesión de Iricibar. El guardameta tenía que ser sustituido y Troya ocupaba su lugar bajo palos. Se llegaba así al descanso, con dos varapalos que no hundirían a los zamoranos.

Lejos de amilanarse, el equipo salía con más fuerza, y en el minuto 55 llegaba la recompensa. Los blanquiazules la perdían en un saque de banda y Álex Ares lo aprovechaba de la mejor manera.  Recibía, se giraba, y disparaba con la zurda para marcar un golazo por toda la escuadra. Se adelanta el Zamora con uno menos sobre el césped, pero seguían las complicaciones para los visitantes. El árbitro sacaba una muy cuestionada roja directa a Luismi Luengo en el minuto 70, el equipo se quedaba con nueve jugadores con más de 20 minutos de partido por jugarse. Mucha inferioridad, decisiones arbitrales polémicas y con el portero titular lesionado, pero los rojiblancos no estaban dispuestos a rendirse pasara lo que pasara.

Sufrieron y aguantaron como pudieron, pero en el 79 Darío conseguía empatar el partido. A partir de ahí tocaba resistir y así se hizo. Los zamoranos gestionaron perfectamente el partido para llegar con el 1 a 1 al final y conseguir un valioso punto frente a las adversidades del encuentro. Una muy buena imagen, un muy buen partido y un empate que sabe a victoria en Santiago.