El Zamora CF no pudo prolongar su buena dinámica de resultados tras caer por la mínima (1-0) en su visita al campo del Tarazona. Los locales, bien organizados y conocedores de las virtudes del equipo de Juan Sabas, lograron incomodar a los rojiblancos durante todo el encuentro. Un solitario gol en el inicio de la segunda mitad bastó para desnivelar un partido en el que la estrategia y la solidez defensiva aragonesa marcaron la diferencia.
El choque arrancó con un ritmo vibrante y alternativas para ambos equipos, aunque sin generar ocasiones claras en las áreas durante los primeros compases. El Tarazona mostró desde el inicio su intención de aprovechar las jugadas a balón parado como principal arma ofensiva, con Manu Rico y Pepe Mena buscando conexiones aéreas que inquietaron a la defensa zamorana. Por su parte, el Zamora apostó por balones largos dirigidos a Roni y las incursiones de Rafa Tresaco, pero no logró encontrar profundidad ni romper las líneas locales.
El partido se convirtió pronto en una lucha táctica en el centro del campo, con ambos equipos cerrando espacios y minimizando riesgos. Fermín Sobrón solventó con seguridad las pocas llegadas iniciales del Tarazona, aunque tampoco hubo amenaza real sobre la portería de Fuoli, guardameta local.
La primera ocasión clara llegó en el tramo final del primer tiempo, cuando un córner lanzado por Pepe Mena fue peinado por Adri Fuentes, estrellándose el balón en el travesaño. Minutos después, otro saque de esquina culminó en un cabezazo de Marc Trilles que volvió a impactar en la madera. La fortuna pareció aliarse con el Zamora en ese momento, que logró llegar al descanso sin recibir goles, pero también sin crear ocasiones claras.
Al inicio de la segunda mitad, el Tarazona encontró recompensa a su insistencia en el balón parado. Una falta lateral lanzada al área encontró la cabeza de Trilles, quien asistió a Adri Fuentes para que este, en el área pequeña, enviara el balón al fondo de las redes. El 1-0 reflejaba la efectividad del equipo aragonés en este tipo de acciones y obligaba al Zamora a reaccionar.
La respuesta zamorana llegó con cambios tácticos y el ingreso de jugadores frescos para buscar profundidad por las bandas. Campabadal y Pito Camacho lideraron los intentos ofensivos, aunque las ocasiones se redujeron a centros despejados por la defensa rival o remates desviados, como el cabezazo de Camacho que se perdió por muy poco.
A pesar de los intentos del Zamora en los últimos minutos, el equipo nunca logró desbordar con claridad a la sólida zaga aragonesa. La batalla física y estratégica se inclinó del lado local, que supo contener los esfuerzos rojiblancos hasta el pitido final.
Esta derrota deja al Zamora CF con lecciones que asimilar en un campo siempre complicado. Los de Sabas deberán reponerse rápidamente para mantener el rumbo hacia sus objetivos en liga.