El Zamora CF sumó un punto importante en su visita a la Ponferradina, logrando igualar un 2-0 en contra en un duelo de alta intensidad. La reacción rápida y efectiva de los rojiblancos en la segunda mitad permitió equilibrar el marcador en solo seis minutos.
El técnico Juan Sabas realizó tres cambios en la alineación con respecto al encuentro anterior contra el Sestao River, en parte debido a las bajas que afectan al equipo. Aleix Gorjón fue elegido para cubrir el lateral derecho, Guille Macho reemplazó a Tresaco, y Roni se encargó de liderar el ataque, ocupando el puesto de Pito Camacho.
El partido inició con un Zamora decidido a buscar oportunidades en un Toralín que vibraba con el apoyo local. La primera ocasión de peligro vino de un cabezazo de Guille Macho, que fue atajado por Prieto. La Ponferradina, por su parte, respondió con un disparo de Carrique que exigió una gran intervención de Fermín Sobrón. Durante los primeros compases, los locales buscaron dominar la posesión, mientras que el Zamora optó por romper líneas con pases largos y profundos.
El marcador se abrió cerca del minuto 30 en una jugada que suscitó polémica. Un centro de Cortés, tras un choque que dejó a Clavería en el suelo, terminó con Álvaro Bustos enviando el balón a la red. Pese a las reclamaciones, el tanto se mantuvo. Poco después, un cabezazo de Sibille, aprovechando un córner, amplió la ventaja para los locales y dejó al Zamora en una situación complicada al descanso.
En el segundo tiempo, Sabas movió el banquillo y buscó una reacción. Guille Macho pasó al centro del campo y Mancebo ingresó para reforzar la banda. El cambio de enfoque dio resultados rápidamente: en el minuto 48, un saque de esquina ejecutado por Kike Márquez derivó en un gol de Clavería tras un rechazo en el área. El Zamora no se detuvo y poco después, Roni aprovechó un balón suelto para marcar el 2-2 con un disparo colocado, provocando el delirio en la afición visitante.
El resto del partido se caracterizó por la alternancia de oportunidades. La Ponferradina intentó retomar la delantera, pero Sobrón se mostró seguro. Por su parte, el Zamora continuó buscando el gol decisivo. El árbitro, en una actuación discutida, sancionó múltiples acciones con tarjetas amarillas que caldearon los ánimos. En los minutos finales, el peligro se mantuvo en ambas áreas, con un remate de cabeza de los locales y un intento de Guille Macho que fue detenido por Prieto.
Finalmente, el encuentro concluyó con un empate que reflejó la lucha y el carácter mostrado por el Zamora. La afición rojiblanca, agradecida, reconoció el esfuerzo del equipo, que ya tiene la mirada puesta en seguir sumando en la competición.