El Zamora CF sufrió una ajustada derrota en su visita al Nou Estadi ante el Nàstic de Tarragona, en un encuentro que finalizó 1-0 y dejó un sabor amargo en el equipo de Juan Sabas. El único tanto llegó en el minuto 93 tras un controvertido saque de esquina en el que Gorostidi aprovechó un bloqueo no señalado sobre Fermín Sobrón para marcar. La acción, objeto de intensas protestas por parte del conjunto zamorano, determinó un resultado que no refleja lo mostrado en el terreno de juego.
Desde el inicio, el Zamora CF planteó un partido serio y valiente, con Carlos Gutiérrez ocupando la posición de central ante la ausencia de Bolo y Carlos Ramos desplazado a la banda para reforzar el sistema defensivo. El enfoque funcionó: los rojiblancos neutralizaron las armas del Nàstic y mantuvieron un dominio inicial que les permitió generar peligro mediante dos saques de esquina consecutivos.
Con el paso de los minutos, el Nàstic logró ajustarse a la presión alta de los zamoranos y equilibrar el juego en el centro del campo. Pese a ello, el equipo catalán tampoco consiguió generar ocasiones de gol claras en la primera parte. Una de sus aproximaciones más peligrosas fue un tiro desviado de Pablo Fernández desde el área chica, que no encontró portería, además de un lanzamiento de falta que Álex Fernández no acertó a concretar.
Por su parte, el Zamora se mostró sólido y, apoyándose en robos en campo rival, logró acercarse a la meta defendida por Dani Rebollo. Acciones como un centro de Rufo Lucero que Roni no alcanzó por muy poco dieron cuenta del trabajo ofensivo zamorano, aunque sin la claridad necesaria para romper el empate antes del descanso.
Tras el intermedio, el Nàstic tomó la iniciativa, obligados por la necesidad de sumar de a tres frente a su público. Los locales elevaron el ritmo de juego y, con los cambios introducidos por su entrenador, lograron ganar profundidad, especialmente a través de Jardi, quien se erigió como pieza clave en los ataques tarraconenses. Dos centros precisos desde la banda izquierda estuvieron cerca de significar el gol, pero los remates, uno desviado por Marc y otro de Pablo Fernández sin potencia, no inquietaron en exceso a Fermín Sobrón.
El Zamora, pese a replegarse durante tramos del segundo tiempo, generó peligro en contragolpes liderados por Márquez, quien probó suerte con un tiro lejano y otro desde la frontal que pasó por encima del larguero. Sin embargo, el desgaste de ambos equipos y las crecientes interrupciones complicaron un final tranquilo en el duelo.
Cuando todo parecía encaminado a un empate, llegó la jugada más decisiva del partido. En el tiempo añadido, el Nàstic dispuso de un córner que terminó con un gol de Gorostidi. La jugada generó una fuerte controversia, pues Fermín fue claramente obstruido por un rival, impidiéndole intervenir. Pese a las protestas de los jugadores y el cuerpo técnico del Zamora CF, el árbitro dio validez al tanto que condenó a los rojiblancos a regresar de vacío.
En los segundos restantes, el Zamora CF intentó buscar a la desesperada una ocasión para igualar el marcador, pero no logró superar a la defensa local. El pitido final sentenció una derrota injusta para un equipo que mereció mejor fortuna en tierras catalanas.