El Zamora es de Nacional. Los goles de Dani Peralta y Cristian Afonso sirvieron para remontar un partido que parecía estar destinado a la debacle, pero que terminó en locura y sirvió para poner broche de oro a un final de temporada magistral.
No salieron bien los rojiblancos. En una mañana en la que el sol y la presión fueron protagonistas, el Zamora nunca consiguió entrar en el partido. Por contra, el Benavente, mucho mejor plantado, consiguió ganarle el terreno a los capitalinos. Fruto de ello, Pablo Bruña avisó primero rematando fuera por muy poco y adelantando a los benaventanos minutos más tarde a la postre de un gran disparo desde fuera del área que se coló junto al palo de Fer.
Parecía que el golpe despertó al Zamora, que tuvo una gran oportunidad antes del descanso en una falta ejecutada por Zotes y que sacó la zaga en la línea de gol.
El pasó por vestuarios no mejoró al Zamora, pero tampoco pareció agradecerlo el Benavente, que físicamente se diluyó con el paso de los minutos. Los locales se hicieron con la posesión, pero no encontraban ese último pase que rompiese la muralla defensiva de los visitantes, que jugaban con el tiempo a favor y con solidez atrás. Pero como suele ocurrir en todos los equipos que ascienden, les basta con tener una ocasión para hacer gol. Y así fue. En el único despiste de la defensa rojilla hasta ese momento, Dani Peralta le ganaba la espalda al central y definía con potencia una gran asistencia de Cristian Afonso.
Quedaba media hora, pero el guion no cambió. El Benavente seguía atrás con mucho criterio y pudo haber matado al Zamora en alguna contra y los zamoranos queríam pero no podían. Sergio Felipe se hizo gigante en la medular, Jorge Pino se volvió omnipresente, Berni rompió a su par en innumerables ocasiones, Peralta fue un quebradero hasta que fue sustituido y Zotes, intentó escapar del férreo marcaje y tuvo dos acciones individuales que acabaron rozando el palo.
Solo faltaba el último pase, y eso era lo que desesperaba al Zamora. El control era total, pero no llegaban ocasiones claras. Cada minuto que pasaba, era una losa aún más pesada para los nuestros. Sin embargo, cuando parecía que el sueño se esfumaba, algo cambió. Pablo Zotes encaró por enésima vez, pisó línea de fondo y la puso atrás. Allí, a la frontal de área, llegaba Cristian Afonso. El portugués golpeó de empeine interior y el balón se coló en la escuadra. Era el minuto 91.
Y se acabó. El Zamora certificó el ascenso a Liga Nacional sobre la bocina y volvió a la categoría de plata 5 temporadas después. La generación del 2000 volvió a bañarse en La Marina y volvió a demostrar por qué son catalogados como la mejor generación del club.
¡Enhorabuena!
Fernando, Eduardo, Angelito
1- Galvin, 2- Chechi, 3- Diego, 4- Cristian, 5- Javi, 6- Rodri, 7- Peralta, 8- Pino, 9- Abel, 10- Pablo, 12- Luis, 13- Marco, 14- Samu, 15- Sesio, 17- Joseja, 19- Centeno, 20- Argeo, 21- Zotes, 22- Vacas, 23- Fer, 28- Carlos