David Movilla iniciaba su comparecencia en rueda de prensa respondiendo a si considera complicado preparar los encuentros ahora que hay tantas bajas en el equipo: “Condiciona el plan de la semana, los entrenamientos, el plan de partido, tenemos que atacar y defender de una forma diferente a como lo hicimos en la ida, pero no determina el resultado, vamos a salir con once. Yo creo que en el fútbol y en la vida estamos para darle solución a los problemas que la vida te plantea, y el fútbol no es una excepción. Lo apuntamos como una oportunidad y un reto enorme, no solo lo que el rival conlleva, sino en las circunstancias en las que lo afrontamos”.
El míster no considera el encuentro frente al Valladolid una final: “No lo veo de esa manera, se pueden dar muchas combinaciones de resultados, e insisto en que este equipo cuando ha estado conectado con la clasificación no ha dado su mejor nivel, aunque no somos ajenos a ella”.
Para el técnico del Zamora, lo más destacado del Promesas es “que tienen un gran talento individual, una gran técnica individual y colectiva, desarrollada en una estructura y en unos automatismos tácticos ofensivos importantes, con unos jugadores que ya han tocado el fútbol profesional varios de ellos, y alguno que está a las puertas”.
Sobre el parte de bajas de cara al partido: “La baja de Asiel y Coque por el tendón: la de Juanan y Valle por el cruzado, de hecho este se va a tener que operar, y conllevará un período de seis a ocho meses de recuperación; Adri Herrera está entrenando con el grupo pero todavía no tiene la suficiente condición, sería un riesgo utilizarle con esa lesión de menisco; Astray está apurando las opciones de no pasar por quirófano con su rotura de fascia, ha visto a varios especialistas pero seguramente tendrá que ser intervenido; Abel Conejo sigue siendo baja por ese esguince de tercer grado en el tobillo; Mapisa es la única lesión muscular que puede llegar un poco ajustada para el domingo, pero sí creemos que estará para el siguiente; y luego hay otros cuatro jugadores que vienen arrastrando molestias como son Nico, Dani Hernández, Guille Perero y Piña”.
Movilla también hace autocrítica de si se está haciendo algo mal para que haya tanta lesión: “Para nada lo identifico con el azar, todo tiene una explicación, otra cosa es que ni los mejores clubes con los mejores medios como el Real Madrid, por ejemplo, habían tenido cincuenta y tantas lesiones, no sé si es cierto el dato, pero el dato es abrumador. Nosotros hacemos un análisis y una reflexión por cada una de las lesiones para tratar de identificar, pero no hay un patrón común”. Y añade: “Hay jugadores que llevan tiempo con nosotros, otros que se han incorporado en Navidad, otros esta temporada, si fuera siempre en una zona determinada, podríamos identificar un patrón, si fuera con un entrenamiento determinado, también, pero no lo hay. Sí que decir que musculares como el año pasado solo hemos tenido la de Ángel, la de Sergio y la de Mapisa, donde tiene incidencia la carga semanal, la planificación así como la prevención, estamos en unos registros muy parecidos. El resto nunca lo había vivido, miramos hacia dentro para ver qué podemos hacer, pero algunas lesiones son muy anómalas en el mundo del fútbol. Cuesta aceptarlo y asimilarlo y sobre todo es un dolor enorme de ver a compañeros en esta situación, y ver como de alguna manera pueden ir desarrollando lo que más les gusta, más allá de lo que condiciona el día a día del equipo”.
Pero por otro lado, todo ello sirve, según indica el entrenador del Zamora “para identificar muchos otros elementos que todavía me hacen estar mucho más orgulloso de este equipo si ya lo estaba. De jugadores en esas condiciones que te dicen “míster lo que haga falta y lo que el equipo necesite”, y la verdad que a mí me llena de orgullo dentro de la situación en la que estamos”.
Sobre si se ha hablado algo esta semana de lo que pasó en el partido de ida frente al Valladolid B: “Si te refieres a la actuación arbitral, no. El foco lo tenemos en lo que aconteció en el juego que es lo que depende de nosotros. Cualquier comentario con factores externos que poco o nada podemos hacer, nos limita, no nos potencia, y tratamos de canalizar todo lo que depende de nosotros para si se volvieran a dar algunas decisiones que nos pudieran perjudicar, hacer muchísimo más de lo que debemos hacer. Y si el domingo nos pitan tres penaltis en contra, tendremos que meter cuatro goles. Hay que salir de ese mensaje victimista que muchas veces predomina en el mundo de fútbol y no somos ajenos a ellos porque entendemos que no nos potencia para nada, y nosotros no queremos conectarnos ni con el victimismo ni con la excusa, sino ser protagonistas de aquello que nos pasa, y dentro de las circunstancias en las que estamos, elegir la mejor actitud para dar lo mejor de nosotros mismos. Y eso es lo que más me enorgullece de estos chicos que jamás, en los tres años que llevo aquí, han justificado un mal resultado en parámetros arbitrales, lesiones, también te digo que ha habido arbitrajes muchísimo peores que el de Valladolid en algún partido que tenemos grabado y jamás he comentado nada al respecto porque entendemos que no es algo que nos vaya a ayudar a ganar el partido del domingo”.
Por último, teniendo en cuenta que será el último partido que el Zamora juegue en casa, el míster respondía si eso le dará mayor emotividad al encuentro: “Cuando estás tan enfocado en lo que tienes que hacer de cara al partido no valoras tanto eso, pero sí decirte que se merecen un reconocimiento enorme, no por los resultados que han obtenido, pero hay un aspecto en el que este equipo ha sido campeón en la Primera y en la Segunda fase y ha sido en ese pundonor, en ese propósito compartido, en ese rebelarse ante las adversidades, en ese dejarlo todo al servicio del equipo, en el nosotros antes que yo, en ese aspecto tengo la convicción de que este equipo ha sido el campeón del grupo aunque en estas dos jornadas que quedan de la Segunda Fase no fuésemos capaces de marcar ni un gol. Yo creo que este equipo merece un gran reconocimiento y yo no me canso de decir lo agradecido que estoy por entrenarles, por haber convivido con ellos hasta el día de hoy, y lo que me queda con estos chavales que lo dan todo. Así que en este sentido, no sé si emotivo o no, sí me gustaría que el equipo vuelva a honrar sus valores como lo ha hecho hasta la fecha y que la gente que lo vea siga disfrutando del pundonor que tienen estos chavales”.